¿Eres de cambiar la temperatura del frigorífico en verano? Las temperaturas van subiendo y todos notamos el calor en nuestro cuerpo. ¡Nuestra percepción térmica cambia por completo! Y lo mismo sucede con los alimentos. Por eso debemos conservarlos a la temperatura correcta para poder consumirlos de la manera más óptima.
Si la temperatura de tu frigorífico está demasiado alta, es posible que algunos alimentos pierdan sus propiedades naturales. La fruta, por ejemplo, pierde el sabor. Por otro lado, si la temperatura es demasiado baja, corremos el riesgo de que los alimentos se estropeen mucho más rápido.
Ajustar la temperatura de tu frigorífico es mucho más importante de lo que algunas personas piensan. Por eso te traemos las claves para que no se te pase nada.
Índice
¿Cuál es la temperatura ideal del frigorífico en verano?
Normalmente, cuando se pasa mucho calor en verano, se tiende a buscar los lugares más frescos. ¡Y a bajar las temperaturas de todo!, ya sea de los aires acondicionados, de las bebidas, incluso del agua, y por supuesto de nuestro frigorífico.
A pesar de que todos los alimentos no necesitan la misma temperatura para conservarse en buen estado, lo ideal es que la temperatura de tu frigorífico no baje de los 4 °C. Además, conforme se baja la temperatura, más energía se consume.
Una idea que hay que tener muy clara: no porque la nevera esté más fría, los alimentos van a estar mejor conservados.
Podemos regular los grados de nuestro frigorífico para que consuma un poco menos y mantenga los alimentos en buen estado. Aun así, hay algunos factores externos que pueden influir de manera negativa en la temperatura interior. Por eso debemos:
- No colocar el frigorífico cerca de radiadores u hornos.
- Evitar que le dé el sol de manera directa.
- Facilitar la circulación de aire por la parte trasera.
- No comprar un frigorífico más grande de lo necesario para aprovecharlo bien.
- Elegir un frigorífico que tenga una etiqueta con mayor eficiencia energética, es decir, A+, A++ o A+++.
La temperatura ideal del congelador
En muchas ocasiones le damos menos importancia a la temperatura del congelador que a la temperatura de la nevera.
El frigorífico es algo que tenemos en constante uso, se abre y cierra cientos de veces a lo largo del día, y en general nos preocupa más su conservación. Sin embargo, no podemos dejar de darle importancia al congelador y a su temperatura para una buena conservación de los alimentos.
Una idea bastante extendida es que se congela a partir de 0 °C, pero en realidad hay muchos alimentos que necesitan estar a una temperatura mucho más baja para llegar al punto de congelación.
En este caso la temperatura ideal es de -18 °C.
Existen congeladores que te permiten ajustar la temperatura hasta -24 °C. Cuando bajamos tanto los grados, es posible que le estemos pidiendo demasiado a nuestro congelador y que falle antes de tiempo.
Es importante tener en cuenta cosas como no meter comida caliente, no llenar demasiado los cajones o incluso poner un termómetro dentro para estar seguros de que está enfriando correctamente.
¿Es aconsejable bajar la temperatura del frigorífico en verano?
La respuesta sin duda es sí.
El frigorífico no es un electrodoméstico que debamos configurar solo la primera vez cuando lo compramos y olvidarnos de él. Es recomendable seguir una serie de pasos para un buen uso y mantenimiento, entre ellos, ajustar la temperatura a la época del año y en ocasiones a la ocupación que tenga.
Usar el frigorífico por debajo de la temperatura indicada en verano, en este caso 4 °C, hace que corramos el riesgo de que se congelen los alimentos. Si esto pasa, el problema viene cuando, sin darnos cuenta, un alimento en la nevera puede congelarse y descongelarse varias veces y echarse a perder.
Asimismo, no bajar la temperatura por debajo de lo recomendado nos puede ayudar a reducir el consumo energético. El frigorífico es un electrodoméstico que tiene que estar enchufado las 24 horas del día, así que estos pequeños gestos pueden ayudarnos un poco.
Como conservar los alimentos frescos en verano
Como hemos mencionado más arriba, no todos los alimentos necesitan la misma temperatura para conservarse en buen estado. Y aunque solo podemos ajustar una única temperatura, sí que podemos colocar los alimentos en diferentes zonas según el frío que necesiten.
La zona de abajo es donde mejor se conservan los productos, por eso ahí se suelen colocar los alimentos perecederos. La puerta es la zona menos fresca, por lo que se suelen colocar bebidas y salsas, que aguantan mucho más. Por último están los cajones, en los que normalmente colocamos fruta y verdura.
Por otro lado, también debemos tener en cuenta que en verano solemos pasar muchos más días de lo habitual fuera de casa. Muchos frigoríficos ya tienen integrada la función “vacaciones” que te permite dejar la nevera enchufada y funcionando durante tu ausencia. Se ajusta a baja velocidad con una temperatura constante de 17 °C para no perder los productos.
Ahora que ya sabes todos estos consejos, puedes ponerlos en práctica y sacarle mucho más partido a tu frigorífico.